Esencialmente existen tres niveles de tecnología de auxiliares auditivos: análogos, programables digitalmente, y digitales.
La tecnología análoga ha estado disponible por varias décadas. Esta se considera como tecnología “básica” y ofrece una capacidad limitada para hacer ajustes. Es la menos costosa pero también la menos flexible.
La tecnología en los auxiliares programables digitalmente es considerada como una de “grado medio”. Estas unidades realmente utilizan tecnología análoga, pero los ajustes de volumen y programas son hechos digitalmente a través de una computadora en la oficina del audiólogo.
La tecnología digital es la más sofisticada en auxiliares auditivos. Esta le provee al audiólogo mayor control sobre la calidad del sonido y como es procesado. Existe evidencia cualitativa y cuantitativa sobre las ventajas de los auxiliares digitales en comparación a los análogos y los programables digitalmente. Ciertamente estos auxiliares no son perfectos pero son muy buenos. Son también los más costosos.
Los auxiliares auditivos digitalmente programables y los digitales poseen controles programables que permiten un ajuste que vaya de acuerdo a la pérdida auditiva específica de la persona y sus necesidades ambientales. Los auxiliares auditivos análogos usualmente solo se pueden ajustar en dos áreas; las frecuencias bajas y la intensidad o volumen. Por otro lado, los auxiliares programables pueden ser ajustados en las frecuencias altas y bajas, la intensidad y la respuesta a la frecuencia. Algunas unidades poseen múltiples “memorias”, que se pueden cambiar (manual o remotamente) y ajustarse a una situación de sonido específica, por ejemplo el hablar por teléfono.
Debido a su tecnología y flexibilidad, el uso exitoso de estos dispositivos generalmente requiere un cierto grado de sofisticación por parte del oyente. Los auxiliares programables son especialmente apropiadas para niños muy pequeños y cuando se diagnostica o sospecha una pérdida progresiva o fluctuante. El auxiliar programable proporciona al audiólogo máxima flexibilidad en términos de programación cuando hay cambios en la audición. Mientras este da mayor flexibilidad y mejora el proceso de ajuste del aparato y beneficia al paciente, también significa un mayor costos por el equipos.
Fuente: https://ncbegin.org/es/auxiliares-auditivos/